miércoles, 8 de junio de 2011

confio en tí.

Recuerdo haber leído alguna vez que, no se ve bien sino con el corazón; lo esencial es invisible a los ojos ... seguramente en ese momento no entendí bien cual era el mensaje, era demasiado pequeña con un mundo gigante por descubrir y mis preocupaciones e intereses se limitaban a cosas triviales. Hoy tengo un pequeño trecho de camino recorrido, he sido feliz, he llorado, me he caído pero siempre me he levantado, de alguna manera es la ley de la vida; si no te caes, no aprendes.
Ese mundo gigante por descubrir, aún me parece gigante y posiblemente la vida no me alcance para descubrirlo todo ... he conocido gente maravillosa, gentil, con sentimientos puros, también he conocido la otra cara de la moneda y quizás aún me quedan por conocer. La vida que llevo hasta hoy me ha enseñado que todas las personas que están o pasan por ella no son mera casualidad, son enviadas por Dios con un fin, que cuando me veo involucrada con gente falsa y de malos sentimientos no significa que estoy siendo castigada, por el contrario, significa que debo valorar a los nobles y de buen corazón. 
En Dios encuentro la felicidad, sé que está conmigo siempre; no es necesario verlo para saber, lo siento en mi corazón y con eso basta.

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